Emigrando a Canadá. Capítulo XXVII

El 4 de enero hemos cumplido nuestro primer año en Canadá. ¿Crees que te voy a hacer un recopilatorio de Emigrando a Canadá? ¡Estás fuerísima! Hazme el favor y lee los 26 capítulos anteriores que para eso los he escrito madafacka. Si bien es cierto que algunos son basura, pero ¿acaso todos los capítulos de tus series favoritas son buenos? Al menos sabemos que esto tiene un final, no como algunas series que las estiran más que la plastilina. En fin que esta entrada va sobre el viaje a casa de Navidad, bueno, como no creo que os importe mucho todo lo que me he tajado y todo lo que he comido, me centraré en el viaje de vuelta, que de verdad, no tiene desperdicio, desde lo subnormal que soy hasta la suerte que tenemos. Allá vamos.

Para viajar hace falta un medio de transporte, en nuestro caso avión, de modo que esta historieta empezará en un aeropuerto ¿La pregunta es cuál? Creo que el día 2 de enero, no lo sabíamos ni nosotros. Llegamos al aeropuerto de Santiago a eso de las 5 de la mañana, con tiempo, nuestro vuelo salía a las 6:30 destino Madrid. El tema es que de este modo teníamos más tiempo para despedirnos de la family.

Todo correcto hasta aquí, el problema viene cuando nada más llegar al aeropuerto chequeo en la pantallita las salidas y veo que no hay ningún vuelo a Madrid correspondiente con nuestro horario… Le pregunto a Ester si está segura del día, de la hora y sobre todo del lugar. ¡Zas! En toda la boca. Salimos de Coruña y no de Santiago. Lo sé, lo sé, pero nunca escupáis para arriba, no vaya ser el demonio… En el aeropuerto estaban mis padres, los padres de Ester y la abuela (su primera vez en el aeropuerto y estaba flipando). En fin, la reacción fue, todo dios callado y a los coches a toda ostia que llegamos. Según Google, son 48 minutos, son las 5:15 de la mañana, el vuelo sale a las 6:30 y tenemos que facturar, si perdemos el vuelo a Madrid, perdemos todos los vuelos hasta Edmonton y no es moco de pavo. Tensión en el ambiente.

Nos metemos Ester y yo con mi madre y Carlos Sainz en el coche. Llegamos a la primera rotonda, se para y la toma a 2 por hora. Silencio en la sala, estamos rodando. Actuando como Luis Moyá me veo en la obligación de intervenir y le pregunto qué carallo hace, que llevamos un pelín de prisa. El bueno de Carlos me dice que está esperando al otro coche (con los padres de Ester y la abuela). Las lobas (Ester y mi madre) en asiento de atrás, obviamente, saltan y lo ponen a tono, gritando, con toda la razón del mundo que los que perdemos el avión somos nosotros. No bajó de 160 en ningún momento. Pero cuando paramos para pagar el peaje ahí nuestro Transporter falló un poquito… y no fue el único. Típico error de, se me cae la tarjeta del peaje al suelo, así que salí del coche como alma que lleva el diablo, recogí la tarjeta y pagué. La valla sube, el coche arranca y me quedo atrás. Me dispongo a alcanzar el coche y…

No tan grave, gracias a mis reflejos felinos, voltereta lateral, tirabuzón eso sí la valla quedó mirando para Cuenca. Con el abrigo lleno de mierda, me voy tras el coche y a mi padre no se le ocurre otra cosa que seguir a 10 por hora, con la puerta abierta escapando de mí. En ese momento te das cuenta de que el arte del trolleo no lo ha inventado nuestra generación, ni mucho menos.

Seguimos a fuego, llegamos al aeropuerto de A Coruña, menos mal que es un aeropuerto pequeño y que funciona muy bien, sobre todo, gracias a su excelente director Sir Jesús Campo (padre de mi ahijada, pero que no se note eh, publicidad like a real Sir). En fin que facturamos ya más tranquilos, no sin problemas, puesto que por algún motivo no fue posible imprimir las etiquetas para facturar las maletas, así que la trabajadora de Iberia lo tuvo que hacer manualmente, desde aquí te pido disculpas y te doy las gracias. Pero te recuerdo que se te olvidó entregarnos los billetes de embarque y tuvimos que ir corriendo detrás de ti. En fin, que finalmente llegamos a tiempo, Carlos Sainz lo hizo posible haciendo un Santiago-Coruña en 20 minutos.

Todo esto es el inicio, pero hay mucho más. Llegamos a Madrid, no problemo. Cogemos el avión para JFK, no problemo. ¿Pero vosotros no vivís en Edmonton? Efectivamente pero como no podía ser de otro modo nuestros vuelos son multiescala, así que volamos Madrid-Nueva York, Nueva York-Toronto y finalmente Toronto-Edmonton.  Easy job… no para nosotros.

Volando a Nueva York, en mi compañía aérea favorita, la de los dos ases, American Airlines, el piloto nos comenta, como si nada pasase que tenemos que parar en Maine. ¿En Maine? ¿pero que me estás contando amigo? Efectivamente, tenemos que parar en Main porque nos hemos quedado sin chofa y que no llegamos. De verdad que no saben achucharle nada, mira que no he hecho yo kilómetros y kilómetros con mi amigo Sir Cremoso en la reserva de ese Focus de camino a Asturias con un temporal de verdad y no de esos de los que te encuentrasa ahora por ahí. Por cierto, debido a este percance, el vuelo va a llegar con un par de horas de retraso.

-Señor, señor, mire es que nuestra escala en Nueva York es de dos horas y tenemos 2 vuelos más para llegar a casa…

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Muy bonito Yao, ya te he dicho que a la siguiente te planto un monóculo, chistera y bigote, segundo aviso. Paga la coca. Como siempre al llegar a yankilandia pasamos las preguntas de rigor y recogemos el equipaje, esta vez con más calma pues sabíamos que no había mucho que hacer. Lo que no sabíamos es lo que estaba por venir. Como suele suceder en invierno, el aeropuerto de JFK y el de Toronto estaban experimentando numerosas cancelaciones debido a una preciosa tormenta navideña. Sacar a 2 gallegos de Nueva York nunca fue tan complicado como ese día.

La operadora de la pareja de ases de mano, tardó más o menos unos 90 minutos en recolocarnos en otro vuelo. Durante ese tiempo vimos pasar mucha gente con los mismos problemas que nosotros, pero con soluciones aparentemente, más sencillas, dado que en 10 miuntos los despachaban. Pero claro ya de estar embarcados, pues keep calm and act like a Sir y fue precisamente lo que hicimos con el objetivo de obtener algo a cambio de esta situación. La mujer nos ofrecía en principio que volasemos separados, que uno se iba ese mismo día y el otro se quedaba esperando a ver qué pasaba. Descartamos esa opción. También nos ofreció volar a Arizona ¿Arizona? ¿en serio?. Viendo el panorama era necesario una táctica de camelación absoluta para poner a la amable señora de nuestro lado. Le dijimos que éramos conscientes de que hasta el lunes no íbamos a llegar a Edmonton, así que vamos a empezar a pensar en sitios chachis para pasar el fin de semana. La tercera opción pasa por Seattle. Nuestra respuesta, como buenos gallegos, es con otra pregunta ¿Seattle?¿Es bonito Seattle? Pero espera, no quiero una respuesta, sé que en Seattle llueve de carallo, y venimos de Galicia, en donde no ha parado de llover desde que llegamos. Seattle, otra vez será amigo mío. Llegados a este punto empezamos a especular con California, Hawaii… se la lanzamos así, como quien no quiere la cosa y ¡bingo! Parece ser que ha encontrado un vuelo a Los Ángeles, sale en una hora y volveríamos el lunes en vuelo directo a Edmonton. ¡Esa es la nuestra! ¡Denos 2 billetes para LA señorita!

Emigrando a Canadá

Con los billetes en la mano, nos saltamos la cola de seguridad, nuevamente like a Sir.  El vuelo estaba programado para dentro de 30 minutos así que recurrimos a la técnica de ¡llevamos prisa yankis, fuera de mi camino madafackaaaaas! Todo con patas voladoras de Chuck Norris por el medio of course. De ese modo llegamos al avión. Evidentemente, ahora con el que hay que negociar es con el jefe por volver un día más tarde de lo previsto, pero como el tema de la tormenta está en todas las noticias y él mismo ha sufrido retraso en su avión, ha comprendido la situación y nos dice que disfrutemos de nuestro fin de semana en Los Ángeles. ¡Epic win!

El tema es que finalmente aterrizamos en LA, nuevamente con un retraso considerable y es que limpiar un avión de nieve lleva su tiempo.   Estamos en la tercera franja horaria en menos de 24 horas, desconocemos la hora y el día en el que vivimos, solamente podemos decir que es muy tarde. Pero no termina la aventura aquí, por favor… Al llegar esperamos por nuestro equipaje, que ilusos somos, no hay equipaje. Mecagoentodoloquesemenea, a pasar un fin de semana sin cambiarme de braguitas, por lo menos llevo las de Hello Kittie que son las que más me gustan… Espera, espera voy a encender el ordenata (nunca lo facturo of course) oh………………………………… oh…………………………….. No funciona, que bonito, muchas gracias karma que te den por el ojal maldito bastardo. Almendras.

Emigrando a Canadá

Estamos sin cenar (no nos dieron cena en el vuelo y no compro jala en aeropuertos, a robar a su padre), sin dormir, sin maletas, sin ordenata, sin hotel… pero nuevamente keep calm and act like a Sir, no saques el zorro Naruto que ahora es tu amigo. Por cierto, durante el fin de semana les gusta subir que te cagas el precio de los hoteles, por menos de 150 napos noche chungo. ¿Nos plantamos?

¡Nunca amigos! No ha nacido bestia capaz de jodernos nuestras vacaciones. Como buenos saiyanes sacamos lo mejor en los peores momentos. Que grande Son Gohan cuando Goku muere, se china todo, segundo nivel y se baja al maldito Célula. Épico. Precioso.

Emigrando a Canadá

Finalmente las maletas aparecieron en el siguiente vuelo, el ordenador resucitó, encontramos un hotel por 50 pavos noche (aunque nos equivocamos de día al hacer la reserva, no sabíamos ni de dónde nos caía), amaneció, alquilamos un coche (tras varios intentos fallidos), nos metimos un macrodesayuno galáctico, nos fuimos al hotel a llorarle para poder entrar (habitualmente en los hoteles no puedes entrar en la habitación hasta las 3 de la tarde) y la india, muy maja ella, nos dejó. Dormimos 2 horas, despertamos ¡y a disfrutar del fin de semana Los Ángeles!

Por cierto Pau Gasol es dios, en directo es una maravilla casi tanto con las cheer leaders de los Lakers. Lo quieren con locura y es el puto jefe.

Sir Verdoso y señora

 

4 comentarios sobre “Emigrando a Canadá. Capítulo XXVII

  1. Siempre vuestras historias para escribir un libro,no es posible que hagais un viaje como todo el mundo,NO, lo vuestro es muy serio hijos mios…..

  2. Hombre si llego a meter la canasta del millón, también nos podríamos haber liado con un par de estrellas de Hollywood, eso sí sería un pelotazo.

    Rosa en cuanto a lo de escribir un libro, no lo descarto…

  3. No puedo parar de reirme… solo espero que tengamos otra oportunidad como la noche del video de la boda y nos lo puedas contar en directo! VAYA SHOWMAN!

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